jueves, 2 de octubre de 2008

San francisco de Asis(1182-1226)


Fiesta: 4 de octubre.



Nacimiento (enero-febrero 1182)
(Enero-febrero, 1182). Francisco nació en Asís, ciudad umbra del centro de Italia, en ausencia del padre, Pedro de Bernardone, rico importador de tejidos franceses de calidad, que luego vendía en los mercados de la región. Su madre, madonna Pica, lo bautizó con el nombre de Juan, pero su padre, al volver, empezó a llamarlo "Francesco" (francés). El mísmo día de su nacimiento un peregrino llamó a la puerta de su casa y recibió de Pica una generosa limosna. Entonces él, agradecido, bendijo al pequeño, anunciando que sería uno de los hombres más buenos del mundo.

Educación y carácter (1196-1198)
El niño recibió de su madre una buena educación. Fue a la escuela de su parroquia, San Jorge, y a los 14 años empezó a trabajar en la tienda del padre, demostrando ser un hábil comerciante. El estudio grafológico de su escritura nos revela a un hombre con alma de artista, creativo, voluntarioso, altruista al máximo y con tendencia a imponerse sobre los demás. Los biógrafos lo describen como un joven alegre y expansivo por naturaleza, con talla de líder entre los amigos. Tenía buenos sentimientos y, más que generoso, era derrochador, y muy vanidoso. Le gustaban las canciones de moda y vestir a la última. Él mismo se diseñaba la ropa. La madre, recordando tal vez las palabras del peregrino, salía al paso de los comentarios de las vecinas diciendo: "algún día lo veréis hijo de Dios". Un hombre muy simple de Asís, que al parecer presenció también la escena del peregrino-, a veces extendía la capa a su paso, anunciándole gloria y proezas.
Prisión y enfermedad de un joven soñador (1198-1204)
Asís, perteneciente desde hacía siglos al ducado longobardo de Espoleto, en 1198 pasó a depender del papa Inocencio III, ocasión que los asisanos aprovecharon para proclamar un régimen autónomo, el Comune o Comunidad, destruyendo la fortaleza de la Roca, símbolo del poder imperial, y las casas-torres de los señores feudales, y reconstruyendo de prisa las murallas de la ciudad.
Los nobles que no aceptaron el nuevo régimen tuvieron que emigrar a la cercana Perusa, secular enemiga de Asís. Entre ellos iba la familia de Clara de Favarone, que tenía apenas 8 años, mientras Francisco, con 19, se alistaba en el ejército asisano para defender los límites entre ambas ciudades. En noviembre de 1201 el ejército asisano fue derrotado en Ponte San Giovanni, junto a Collestrada, y Francisco permaneció un año prisionero en Perusa, antes de que un acuerdo de paz le permitiera regresar a su casa. Mas no por eso se desanimaba. A los compañeros de prisión, que le reprochaban su incurable optimismo, les replicaba: "Algún día me veréis honrados por el mundo entero".
Al volver de Perusa cayó gravemente enfermo. Cuando pudo levantarse y dar los primeros pasos con ayuda de un bastón, se asomó con ansia a contemplar la inmensa llanura asisana, pero notó con asombro que las cosas ya no eran como antes. Estaba madurando.
El sueño de las armas y la voz de Espoleto (verano, 1205)
El 15 de junio moria en Salerno el conde Juan de Brienne, luchando por los intereses del Papa y del pequeño emperador Federico II, que su padre Enrique VI había encomendado al pontífice antes de morir. Su lugar fue ocupado por el conde de Lecce Gentil de la Paleara, que combatía en Puglia. Éste buscó enseguida refuerzos en el valle de Espoleto, y un noble de Asís quiso responder con un pequeño contingente, al que Francisco quería agregarse. Convencido de que llegaría a ser un gran príncipe, estaba dispuesto a todo.
Una noche soñó con un palacio lleno de riquezas, armas y trofeos de guerra y una bella esposa. Una voz le decía que todo sería suyo y de su ejército, si luchaba bajo el estandarte de la cruz. Tomándolo como un presagio, contrató un escudero y se encaminó hacia la Puglia, mas, al llegar a Espoleto, la voz le salió al paso de nuevo: "¿A dónde vas, Francisco?", le decía; y él, comprendiendo por fin quién era el que le hablaba, respondió: ¿Señor, qué quieres que haga?". La respuesta fue: "Vuelve a Asís, porque el sueño tienes que interpretarlo de otro modo. Yo te diré lo que tienes que hacer".

Una dulzura interior (verano-otoño, 1205)
Francisco ya no era el mismo. Seguía haciendo vida normal, pero algo lo atraía interiormente. Un día sus amigos lo nombraron, "jefe de cuadrilla". Según costumbre debía pagarles un banquete. Lo nombraban a él casi siempre, porque sabían que no reparaba en gastos. Pero esa noche, cuando, comidos y bebidos, recorrían cantando las calles y plazas de la ciudad, algo lo dejó absorto y clavado en el sitio. Los compañeros. se asustaron al verlo tan inmóvil. Cuando volvió en sí, alguno dijo, bromeando: "¿En qué pensabas Francisco? ¿En casarte?"; a lo que él replicó, con tono misterioso: "Sí, con la mujer más hermosa que os podáis imaginar". Arrebatos de este tipo se le repetirán en más ocasiones.

Interés por los pobres (verano-otoño, 1205)
Francisco, siempre generoso con los pobres, ahora lo era mucho más. Un día despidió de la tienda a un mendigo con malos modos, pero enseguida se dijo: "Si te hubiese pedido algo en nombre de un gran señor se lo habrías dado. ¡Cuánto más deberías darle, si te lo pidió en el nombre del Señor de señores!" Y se comprometió a no negar nunca más una limosna a quien se la pidiera por el amor de Dios. Si no llevaba dinero, les daba el cinto, la gorra o la camisa. En casa, a la hora de comer, cortaba más pan del necesario, con la esperanza de que algún pobre llamara a la puerta para darle un trozo. La madre lo observaba y meditaba en silencio ese cambio tan repentino, sabiendo que antes sólo vivía pendiente de que los amigos vinieran a buscarlo, para irse con ellos. Y no eran sólo los pobres, también le atraía la pobreza. En cierta ocasión peregrinó a Roma y, después de echar una generosa limosna en el cepillo del altar de San Pedro, cambió sus ropas por las de un pordiosero y se puso pedir en francés -que no lo dominaba bien- tal vez para pasar inadvertido.

lugares solitarios para orar (verano-otoño, 1205)
En sus ratos libres se retiraba a orar en lugares solitarios. A veces iba a una cueva o "cripta" que, según la tradición, estaba en las inmediaciones de la iglesia de Santa María la Mayor o del Obispado, no lejos de su casa. Al amigo que lo acompañaba le explicaba, con mucho misterio, que había descubierto un tesoro, en alusión, sin duda, al tesoro escondido del reino por el cual, según la parábola de Jesús, un rico comerciante es capaz de venderlo todo. Allí, en lo secreto, oraba con ansia, pidiendo al Señor le revelase su voluntad, pero también tuvo que hacer frente a sus propios miedos, ya que temía que por ese camino podría terminar igual que una pobre paisana suya, horriblemente deforme. Sería lo peor que podría ocurrirle a un joven como él, sensible, delicado, cuidadoso de su imagen y amante de todo lo bello.

Encuentro con el leproso (otoño, 1205)
Lo que más le repugnaba a Francisco era ver leprosos. No los soportaba ni de lejos; pero un día le reveló el Señor que, si quería conocer su voluntad, tenía que cambiar, hasta el punto que lo amargo se le volviera dulce y lo dulce amargo. Al día siguiente se le cruzó un leproso en el camino, y quiso hacer la prueba: bajó del caballo, le besó la mano y le dio una limosna. Tuvo que hacer un terrible esfuerzo, mas luego experimentó tal dulzura, que desde entonces empezó a frecuentar la leprosería, para dar limosna a los enfermos y curar sus llagas purulentas.
San Damián: "Repara mi Iglesia" (noviembre-diciembre, 1205)
Un día salió a dar un paseo y entró a rezar en la vieja iglesia de San Damián, fuera de Asís. Y, mientras rezaba delante del Crucifijo puesto sobre el altar, tuvo una visión de Cristo crucificado que le traspasó el corazón, hasta el punto de que ya no podía traer a la memoria la pasión del Señor sin que se le saltaran las lágrimas. Y sintió que el Señor le decía: "Francisco, repara mi iglesia; ¿no ves que se hunde?".
El Señor se refería a la Iglesia de los creyentes, amenazada, como siempre, por mil peligros, mas él entendió que se refería a San Damián y, como era rico, pensó que era cuestión de dinero. Se fue a la tienda de su padre, cargó el caballo con las mejores telas y se fue a venderlas al mercado de Foliño. Al regreso entregó el dinero a messer Pedro, el cura de San Damián, más éste no quiso aceptar, temiendo que fuese una burla, y por miedo a sus padres. Entonces Francisco decidió quedarse allí, y reparar él personalmente la iglesia y ayudar a los pobres, según sus planes.

Renuncia a todos sus bienes (invierno, 1205-1206)
La brusca reacción de Pietro Bernardoni al saber lo ocurrido obligó al hijo a permanecer escondido más de un mes en un sótano, atendido en secreto por alguien de su casa. Allí lloraba y rezaba, pidiendo al Señor verse libre de las iras del padre; hasta que, un día, experimentó tal dulzura, que no dudó en salir a la luz y exponerse a las burlas de sus paisanos, que lo tomaban por loco, y a la violenta furia del padre, que lo encerró sin contemplaciones en un cuarto oscuro de su casa. Pero la madre, viendo que nada podía hacer entrar en razón a Francisco, aprovechó una de las ausencias del marido para dejarlo libre. Cuando el padre regresó, viendo que no sólo se mantenía en su propósito, sino que además le hacía frente, lo denunció a los cónsules de la ciudad, con intención de desheredarlo y desterrarlo; mas Francisco se negó a comparecer, alegando su propósito de consagrarse al Señor. Entonces Pedro Bernardoni trasladó la denuncia al obispo y éste citó a ambos a juicio y logró convencer al hijo para que devolviera el dinero, animándolo a comportarse como un hombre y a confiar en el Señor, que ya le daría los medios para reparar la iglesia. Dicho y hecho: Francisco entró en la antecámara del obispo, se quitó toda la ropa, la dobló cuidadosamente y puso encima el dinero; luego salió fuera y, ante el asombro de todos, devolvió todo a su padre, diciendo: "Ya no diré más padre mío Pedro de Bernardone, sino, solamente, Padre nuestro que estás en los cielos".
El obispo, que lo había cubierto inmediatamente con su capa, pues era pleno invierno, trataba de descifrar el significado de todo aquello, que no era sino la consagración improvisada y atípica de un penitente. Poco después le dejaron la túnica corta del hortelano del obispado, y así, desnudo, como explica San Buenaventura, se dispuso a seguir a Cristo pobre y desnudo, en una nueva vida radicalmente distinta a la anterior. El padre se marchó furioso a su casa, dejando al hijo sin nada y a los testigos de la escena indignados y llorando de compasión. No se sabe cuando murió, pero es seguro que fue antes de mayo de 1215, fecha en que al hermano de Francisco, en un acto notarial, lo llaman Ángel "de Pica", y no "de Pedro Bernardoni".

martes, 23 de septiembre de 2008

24 Sep.Nuestra Señora de las Mercedes.



Una antigua tradición narra que en el año de 1218 la Sma. Virgen se le apareció a San Pedro Nolasco recomendándole que fundara una comunidad religiosa que se dedicara a socorrer a los que eran llevados cautivos a sitios lejanos.
San Pedro Nolasco, apoyado por el rey Jaime el Conquistador y aconsejado por San Raimundo de Peñafort, fundó la Orden religiosa de Nuestra Señora de la Merced o de las Mercedes. La palabra merced quiere decir: misericordia, ayuda, caridad.
Esta comunidad religiosa lleva muchos siglos ayudando a los prisioneros y ha tenido mártires y santos. Sus religiosos rescataron muchísimos cautivos que estaban presos en manos de los feroces sarracenos.
Desde el año 1259 los Padres Mercedarios empezaron a difundir la devoción a Nuestra Señora de la Merced (o de las Mercedes) la cual está muy extendida por el mundo.
Recordemos que a quienes ayudan a los presos les dirá Cristo en el día del Juicio: "Estuve preso y me ayudaste. Todo el bien que le hiciste a los demás, aunque sea a los más humildes, a Mí me lo hiciste"(Mat. 25, 40).

23 Sep. San Pio de Pietrelcina



Heredero espiritual de San Francisco de Asís, el Padre Pío de Pietrelcina ha sido el primer sacerdote en llevar impreso sobre su cuerpo las señales de la crucifixión. Él ya fue conocido en el mundo como el "Fraile" estigmatizado. El Padre Pío, al que Dios donó particulares carismas, se empeñó con todas sus uerzas por la salvación de las almas. Los muchos testimonios sobre su gran santidad de Fraile, llegan hasta nuestros días, acompañados por sentimientos de gratitud. Sus intercesiones providenciales cerca de Dios fueron para muchos hombres causa de sanaciòn en el cuerpo y motivo de renacimiento en el Espíritu.
El Padre Pío de Pietrelcina que se llamó Francesco Forgione, nació en Pietrelcina, en un pequeño pueblo de la provincia de Benevento, el 25 de mayo de 1887. Nació en una familia humilde donde el papá Grazio Forgione y la mamá Maria Giuseppa Di Nunzio ya tenían otros hijos.

Desde la tierna edad Francesco experimentó en sí el deseo de consagrarse totalmente a Dios y este deseo lo distinguiera de sus coetáneos. Tal "diversidad" fue observada de sus parientes y de sus amigos. Mamá Peppa contó - "no cometió nunca ninguna falta, no hizo caprichos, siempre obedeció a mí y a su padre, cada mañana y cada tarde iba a la iglesia a visitar a Jesús y a la Virgen. Durante el día no salió nunca con los compañeros. A veces le dije: "Francì sal un poco a jugar. Él se negó diciendo: no quiero ir porque ellos blasfeman". Del diario del Padre Agostino de San Marco in Lamis, quien fuè uno de los directores espirituales del Padre Pío, se enteró de que el Padre Pío, desde el 1892, cuando apenas tenía cinco años, ya vivió sus primeras experiencias carismáticas espirituales. Los Éxtasis y las apariciones fueron tan frecuentes que al niño le pareció que eran absolutamente normales.
Con el pasar del tiempo, pudo realizarse para Francesco lo que fue el más grande de sus sueños: consagrar totalmente la vida a Dios. El 6 de enero de 1903, a los dieciséis años, entró como clérigo en la orden de los Capuchinos. Fue ordenado sacerdote en la Catedral de Benevento, el 10 de agosto de 1910. Tuvo así inicio su vida sacerdotal que a causa de sus precarias condiciones de salud, se desarrollará primero en muchos conventos de la provincia de Benevento. Estuvo en varios conventos por motivo de salud, luego, a partir del 4 de septiembre de 1916 llegó al convento de San Giovanni Rotondo, sobre el Gargano, dónde se quedó hasta el 23 de septiembre de 1968, día de su sentida muerte.
En este largo período el Padre Pío iniciaba sus días despertándose por la noche, muy antes del alba, se dedicaba a la oración con gran fervor aprovechando la soledad y silencio de la noche. Visitaba diariamente por largas horas a Jesús Sacramentado, preparándose para la Santa Misa, y de allí siempre sacó las fuerzas necesarias, para su gran labor para con las almas, al acercarlas a Dios en el Sacramento Santo de la Confesión, confesaba por largas horas, hasta 14 horas diarias, y así salvó muchas almas.

Uno de los acontecimientos que señaló intensamente la vida del Padre Pío fuè lo que se averiguó la mañana del 20 de septiembre de 1918, cuando, rogando delante del Crucifijo del coro de la vieja iglesia pequeña, el Padre Pío tuvo el maravilloso regalo de los estigmas. Los estigmas o las heridas fueron visibles y quedaron abiertas, frescas y sangrantes, por medio siglo. Este fenómeno extraordinario volvió a llamar, sobre el Padre Pío la atención de los médicos, de los estudiosos, de los periodistas pero sobre todo de la gente común que, en el curso de muchas décadas fueron a San Giovanni Rotondo para encontrar al santo fraile.

En una carta al Padre Benedetto, del 22 de octubre de 1918, el Padre Pío cuenta su "crucifixión": “¿Qué cosa os puedo decir a los que me han preguntado como es que ha ocurrido mi crucifixión? ¡Mi Dios que confusión y que humillación yo tengo el deber de manifestar lo que Tú has obrado en esta tu mezquina criatura!

Fue la mañana del 20 del pasado mes (septiembre) en coro, después de la celebración de la Santa Misa, cuando fui sorprendido por el descanso en el espíritu, parecido a un dulce sueño. Todos los sentidos interiores y exteriores, además de las mismas facultades del alma, se encontraron en una quietud indescriptible. En todo esto hubo un total silencio alrededor de mí y dentro de mí; sentí enseguida una gran paz y un abandono en la completa privación de todo y una disposición en la misma rutina.
Todo esto ocurrió en un instante. Y mientras esto se desarrolló; yo vi delante de mí un misterioso personaje parecido a aquél visto en la tarde del 5 de agosto. Éste era diferente del primero, porque tenía las manos, los pies y el costado que emanaban sangre. La visión me aterrorizaba; lo que sentí en aquel instante en mí; no sabría decirlo. Me sentí morir y habría muerto, si Dios no hubiera intervenido a sustentar mi corazón, el que me lo sentí saltar del pecho.
La vista del personaje desapareció, y me percaté de que mis manos, pies y costado fueron horadados y chorreaban sangre. Imagináis el suplicio que experimenté entonces y que voy experimentando continuamente casi todos los días. La herida del corazón asiduamente sangra, comienza el jueves por la tarde hasta al sábado. Mi padre, yo muero de dolor por el suplicio y por la confusión que yo experimento en lo más íntimo del alma. Temo morir desangrado, si Dios no escucha los gemidos de mi pobre corazón, y tenga piedad para retirar de mí esta situación....”

Por años, de cada parte del mundo, los fieles fueron a este sacerdote estigmatizado, para conseguir su potente intercesión cerca de Dios. Cincuenta años experimentados en la oración, en la humildad, en el sufrimiento y en el sacrificio, dónde para actuar su amor, el Padre Pío realizó dos iniciativas en dos direcciones: un vertical hacia Dios, con la fundación de los "Grupos de ruego", hoy llamados “grupos de oración” y la otra horizontal hacia los hermanos, con la construcción de un moderno hospital: "Casa Alivio del Sufrimiento."

En septiembre los 1968 millares de devotos e hijos espirituales del Padre Pío se reunieron en un congreso en San Giovanni Rotondo para conmemorar juntos el 50° aniversario de los estigmas aparecidos en el Padre Pío y para celebrar el cuarto congreso internacional de los Grupos de Oración. Nadie habría imaginado que a las 2.30 de la madrugada del 23 de septiembre de 1968, sería el doloroso final de la vida terrena del Padre Pío de Pietrelcina. De este maravilloso fraile, escogido por Dios para derramar su Divina Misericordia de una manera tan especial.

domingo, 14 de septiembre de 2008

15 de Septiembre Nuestra Señora de los Dolores.


El sentido de la piadosa compasión del pueblo cristiano se expresa en la imagen de la “piedad”, es decir, de la Virgen Dolorosa, que sostiene en las rodillas al Hijo que acaban de bajar de la Cruz. Es el momento que recapitula el indecible dolor de una pasión humana y espiritual única: la conclusión del sacrificio de Cristo, cuya muerte sobre la Cruz es el punto culminante de la Redención. Pero como la muerte de Cristo está ya implícita, casi en germen, desde el primer momento de su existencia como hombre, también la compasión está implícita en aquel “hágase en mí según tu palabra. Como madre, María acepta o soporta implícitamente el sufrimiento de Cristo en todos los momentos de su vida. He aquí por qué la imagen de la “piedad”, expresa sólo un momento de este dolor de la Virgen Madre. La devoción, anterior a la celebración litúrgica, ha establecido siete dolores de la Corredentora y que corresponden a los siete episodios que narran los Evangelios: la profecía de Simeón, la huída a Egipto, la pérdida de Jesús en Jerusalén cuando tenía doce años y había ido en peregrinación a la Ciudad Santa, el viaje de Jesús hacía el Gólgota, la crucifixión, la deposición de la Cruz y la sepultura. Con este título de “Nuestra Señora de los Dolores”, honramos sobre todo el dolor de María aceptado en la redención mediante la Cruz. Junto a la Cruz es en donde la Madre de Cristo crucificado se convierte en la Madre del cuerpo místico nacido de la Cruz, es decir, nosotros hemos nacido, como cristianos, del mutuo amor sacrifical y sufriente de Jesús y de María. Por eso hoy se nos ofrece la devota y afectuosa meditación sobre la “Dolorosa”.

Te acompañamos hoy, Madre bendita, pidiendo tu protección y bendición en este valle de lágrimas, diciéndote:
Dios te salve, María, llena eres de dolores; Jesús crucificado está contigo; digna eres de llorada y compadecida entre todas las mujeres, y digno es de ser llorado y compadecido Jesús, fruto bendito de tu vientre.
Santa María, Madre del Crucificado, da lágrimas a nosotros, crucificadores de tu Hijo, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

1º Dolor La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús.
Virgen María: por el dolor que sentiste cuando Simeón te anunció que una espada de dolor atravesaría tu alma, por los sufrimientos de Jesús, y ya en cierto modo te manifestó que tu participación en nuestra redención como corredentora sería a base de dolor; te acompañamos en este dolor. . . Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos hijos tuyos y sepamos imitar tus virtudes.
Dios te salve, María,…
2º Dolor La huida a Egipto con Jesús y José.
Virgen María: por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente tan lejos, pasando grandes penalidades, sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño; al poco de nacer, ya era perseguido de muerte el que precisamente había venido a traernos vida eterna; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos huir siempre de las tentaciones del demonio.
Dios te salve, María,…
3º Dolor La pérdida de Jesús.
Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al perder a tu Hijo; tres días buscándolo angustiada; pensarías qué le habría podido ocurrir en una edad en que todavía dependía de tu cuidado y de San José; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que los jóvenes no se pierdan por malos caminos.
Dios te salve, María,…
4º Dolor El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino del calvario.
Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el instrumento de su propio suplicio de muerte; Él, que era creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan grande de ser condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, después de haber sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo verdadero Rey de reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún mayor sería el dolor espiritual por ser una burla y una humillación tan grande; sufrió y se humilló hasta lo indecible, para levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos vasallos de tan gran Rey y sepamos ser humildes como Él lo fue.
Dios te salve, María,…
5º Dolor La crucifixión y la agonía de Jesús.
Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste era el momento cumbre de su pasión; Tú misma también te sentirías morir de dolor en aquel momento; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, no permitas que jamás muramos por el pecado y haz que podamos recibir los frutos de la redención.
Dios te salve, María,…
6º Dolor La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto.
Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la lanzada que dieron en el corazón de tu Hijo; sentirías como si la hubieran dado en tu propio corazón; el Corazón Divino, símbolo del gran amor que Jesús tuvo ya no solamente a Ti como Madre, sino también a nosotros por quienes dio la vida; y Tú, que habías tenido en tus brazos a tu Hijo sonriente y lleno de bondad, ahora te lo devolvían muerto, víctima de la maldad de algunos hombres y también víctima de nuestros pecados; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos amar a Jesús como El nos amo.
Dios te salve, María,…
7º Dolor El entierro de Jesús y la soledad de María.
Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al enterrar a tu Hijo; El, que era creador, dueño y señor de todo el universo, era enterrado en tierra; llevó su humillación hasta el último momento; y aunque Tú supieras que al tercer día resucitaría, el trance de la muerte era real; te quitaron a Jesús por la muerte más injusta que se haya podido dar en todo el mundo en todos los siglos; siendo la suprema inocencia y la bondad infinita, fue torturado y muerto con la muerte más ignominiosa; tan caro pagó nuestro rescate por nuestros pecados; y Tú, Madre nuestra adoptiva y corredentora, le acompañaste en todos sus sufrimientos: y ahora te quedaste sola, llena de aflicción; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, concédenos a cada uno de nosotros la gracia particular que te pedimos…
Dios te salve, Maria,…Gloria al Padre .
1. La Santísima Virgen María manifestó a Sta. Brígida que concedía siete gracias a quienes diariamente le honrasen considerando sus lágrimas y dolores y rezando siete Avemarías:
Pondré paz en sus familias.
*Serán iluminados en los Divinos Misterios.
*Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.
*Les daré cuanto me pidan, con tal que no se oponga a la voluntad adorable de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas.
*Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y protegeré en todos los instantes de su vida.
*Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte; verán el rostro de su Madre.
*He conseguido de mi Divino Hijo que las almas que propaguen esta devoción a mis lágrimas y dolores sean trasladadas de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos su consolación y alegría.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Nuestra Señora de Coromoto



Patrona de VenezuelaFiesta: celebrada tres veces al año, el 2 de febrero y el 8 y 11 de septiembre



A la llegada de los españoles a la región de Guanare, hacia el 1591, un grupo de indios de la tribu de los Coromotos decide abandonar su tierra y huir hacia el río Tucupido, porque no quieren nada con los blancos ni con la religión que ellos traen. Cincuenta años después los indios, que siguen sin convertirse al Evangelio, viven en un poblado no muy distante de la villa de los españoles; ambos grupos viven en armonía, pero permanecen aislados entre sí.

Estando así las cosas, una mañana del año 1651, el cacique de los Coromotos, junto con su esposa, contempla asombrado una extraordinaria visión. En la quebrada del río Tucupido, sobre la corriente de las aguas, una hermosa señora los está mirando con una amable expresión en su rostro; el pequeño niño que lleva en sus brazos también les sonríe plácidamente. La misteriosa señora llama al cacique y le ordena: "Sal del bosque junto con los tuyos y ve donde los blancos para que reciban el agua sobre la cabeza y puedan entrar en el cielo".

El cacique impresionado por lo que ha visto y oído, decide obedecer a la bella señora y marcha con su tribu para ser instruido en la religión cristiana. Sin embargo, el indio, acostumbrado a la libertad de los bosques no puede adaptarse al nuevo régimen de vida y junto con su familia, se vuelve a su aldea en la selva. La señora se aparece nuevamente, esta vez en la modesta choza del indígena; y aunque la Virgen se presenta rodeada de un aura luminosa cuyos rayos inundan de fuego todo el bohío, no logra conmover al cacique que, enojado, trata de echarla y hasta llega a tomar sus armas con la clara intención de amenazar a la amable señora. Siempre sonriente, la Virgen avanza suavemente hacia el cacique y cuando este extiende con ira su mano para atraparla, ella desaparece ante su vista. En el puño cerrado del indio coromoto quedó una pequeña estampa en la que ha quedado impresa la imagen de la Señora.

El mal ejemplo es un obstáculo para que otros encuentren la verdad sobre Jesucristo. Siempre ha sido así. No por eso la verdad cambia. ¡Cuantos se han separado de la Iglesia por el mal ejemplo de un sacerdote o de alguien que está identificado con la Iglesia!. ¡Que gran responsabilidad tenemos los cristianos al ser embajadores de Cristo! Debemos al mismo tiempo recordar que nuestra fidelidad a la Iglesia se fundamenta en Dios que nunca falla. Cuando vemos el pecado ajeno, en vez de separarnos de la Iglesia, debemos examinar nuestro propio comportamiento que es por el que seremos juzgados. Pero que difícil es eso cuando nunca se ha conocido a Jesús, como en el caso de los indios. ¿como pueden llegar a distinguir entre los católicos malos y la verdad de su religión?. Por la dificultad de ello es que viene la Virgen a Venezuela, y con su amor de madre lleva a los indios a superar el obstáculo de las diferencias culturales y a recibir por la Iglesia a Jesús.

La Virgen de Coromoto es una diminuta reliquia que mide 27 milímetros de alto por 22 de ancho. El material de la estampa pudiera ser pergamino o "papel de seda"; la Virgen aparece pintada de medio cuerpo, está sentada y sostiene al Niño Jesús en su regazo. Su apariencia es de ser dibujada con una fina pluma, trazada como un retrato en tinta china a base de rayas y puntos.

La Virgen y el Niño miran de frente; erguidas sus cabezas coronadas. Dos columnas unidas entre si por un arco forman el respaldo del trono que los sostiene. La virgen cubre sus hombros con un manto carmesí con oscuros reflejos morados. Un blanco velo cae simétricamente sobre sus cabellos cubriéndolos devotamente. La túnica de la Virgen es de color pajizo y la del niño es blanca como su velo.

La imagen se muestra a la veneración de los fieles protegida dentro en una riquísima custodia. El 7 de octubre de 1944, a petición de los obispos de la nación, Pío XII la declaró, "Patrona de la República de Venezuela" y su coronación canónica se celebró al cumplirse los tres siglos de la aparición, el 11 de septiembre de 1952.
El Emmo, Sr. Cardenal Arzobispo de la Habana, Manuel Artega y Betancourt, coronó la sagrada imagen de Nuestra Señora de Coromoto en representación del Papa Pío XII. Los venezolanos celebran a su patrona en tres ocasiones cada año, el 2 de febrero y el 8 y 11 de septiembre. El Santuario Nacional de la Virgen de Coromoto, lugar de encuentro de grandes peregrinaciones, fue declarado Basílica por S.S. el Papa Pío XII el 24 de mayo de 1949.

sábado, 30 de agosto de 2008

SANTA ROSA DE LIMA, Virgen


Patrona de América, Perú y las Filipinas Fiesta: 30 de agosto





El día en que su madre le reprendió por atender en la casa a pobres y enfermos, Santa Rosa de Lima le contestó: "Cuando servimos a los pobres y a los enfermos, servimos a Jesús. No debemos cansarnos de ayudar a nuestro prójimo, porque en ellos servimos a Jesús".-Catecismo de la Iglesia Católica, 2449





Rosa de Lima, la primera santa americana canonizada, nació de ascendencia española en la capital del Perú en 1586. Sus humildes padres son Gaspar de Flores y María de Oliva.
Aunque la niña fue bautizada con el nombre de Isabel, se la llamaba comúnmente Rosa y ése fue el único nombre que le impuso en la Confirmación el arzobispo de Lima, Santo Toribio. Rosa tomó a Santa Catalina de Siena por modelo, a pesar de la oposición y las burlas de sus padres y amigos. En cierta ocasión, su madre le coronó con una guirnalda de flores para lucirla ante algunas visitas y Rosa se clavó una de las horquillas de la guirnalda en la cabeza, con la intención de hacer penitencia por aquella vanidad, de suerte que tuvo después bastante dificultad en quitársela. Como las gentes alababan frecuentemente su belleza, Rosa solía restregarse la piel con pimienta para desfigurarse y no ser ocasión de tentaciones para nadie.
Santa Rosa de Lima
Una dama le hizo un día ciertos cumplimientos acerca de la suavidad de la piel de sus manos y de la finura de sus dedos; inmediatamente la santa se talló las manos con barro, a consecuencia de lo cual no pudo vestirse por sí misma en un mes. Estas y otras austeridades aún más sorprendentes la prepararon a la lucha contra los peligros exteriores y contra sus propios sentidos. Pero Rosa sabía muy bien que todo ello sería inútil si no desterraba de su corazón todo amor propio, cuya fuente es el orgullo, pues esa pasión es capaz de esconderse aun en la oración y el ayuno. Así pues, se dedicó a atacar el amor propio mediante la humildad, la obediencia y la abnegación de la voluntad propia.
Aunque era capaz de oponerse a sus padres por una causa justa, jamás los desobedeció ni se apartó de la más escrupulosa obediencia y paciencia en las dificultades y contradicciones.
Rosa tuvo que sufrir enormemente por parte de quienes no la comprendían.
El padre de Rosa fracasó en la explotación de una mina, y la familia se vio en circunstancias económicas difíciles. Rosa trabajaba el día entero en el huerto, cosía una parte de la noche y en esa forma ayudaba al sostenimiento de la familia. La santa estaba contenta con su suerte y jamás hubiese intentado cambiarla, si sus padres no hubiesen querido inducirla a casarse. Rosa luchó contra ellos diez años e hizo voto de virginidad para confirmar su resolución de vivir consagrada al Señor.
Al cabo de esos años, ingresó en la tercera orden de Santo Domingo, imitando así a Santa Catalina de Siena. A partir de entonces, se recluyó prácticamente en una cabaña que había construido en el huerto. Llevaba sobre la cabeza una cinta de plata, cuyo interior era lleno de puntas sirviendo así como una corona de espinas. Su amor de Dios era tan ardiente que, cuando hablaba de El, cambiaba el tono de su voz y su rostro se encendía como un reflejo del sentimiento que embargaba su alma. Ese fenómeno se manifestaba, sobre todo, cuando la santa se hallaba en presencia del Santísimo Sacramento o cuando en la comunión unía su corazón a la Fuente del Amor.

Extraordinarias pruebas y gracias.

Dios concedió a su sierva gracias extraordinarias, pero también permitió que sufriese durante quince años la persecución de sus amigos y conocidos, en tanto que su alma se veía sumida en la más profunda desolación espiritual.
El demonio la molestaba con violentas tentaciones. El único consejo que supieron darle aquellos a quienes consultó fue que comiese y durmiese más. Más tarde, una comisión de sacerdotes y médicos examinó a la santa y dictaminó que sus experiencias eran realmente sobrenaturales.
Rosa pasó los tres últimos años de su vida en la casa de Don Gonzalo de Massa, un empleado del gobierno, cuya esposa le tenía particular cariño. Durante la penosa y larga enfermedad que precedió a su muerte, la oración de la joven era: "Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor".
Dios la llamó a Sí el 24 de agosto de 1617, a los treinta y un años de edad. El capítulo, el senado y otros dignatarios de la ciudad se turnaron para transportar su cuerpo al sepulcro.
El Papa Clemente X la canonizó en 1671.
Aunque no todos pueden imitar algunas de sus prácticas ascéticas, ciertamente nos reta a todos a entregarnos con mas pasión al amado, Jesucristo. Es esa pasión de amor la que nos debe mover a vivir nuestra santidad abrazando nuestra vocación con todo el corazón, ya sea en el mundo, en el desierto o en el claustro.

miércoles, 20 de agosto de 2008

MARÍA REINA DEL UNIVERSO


Fiesta: 22 de agosto


María es reina de los ángeles y de todos los hombres.
El pueblo cristiano siempre ha reconocido a María Reina por ser madre del Rey de reyes y Señor de Señores. Su poder y sus atributos los recibe del Todopoderoso: Su Hijo, Jesucristo. Es El quien la constituye Reina y Señora de todo lo creado, de los hombres y aún de los ángeles.
Juan Pablo II, el 23 de julio del 1997>>>, habló sobre la Virgen como Reina del universo. Recordó que "a partir del siglo V, casi en el mismo período en que el Concilio de Efeso proclama a la Virgen 'Madre de Dios', se comienza a atribuir a María el título de Reina. El pueblo cristiano, con este ulterior reconocimiento de su dignidad excelsa, quiere situarla por encima de todas las criaturas, exaltando su papel y su importancia en la vida de cada persona y del mundo entero".
El Santo Padre explicó que "el título de Reina no sustituye al de Madre: su realeza sigue siendo un corolario de su peculiar misión materna, y expresa simplemente el poder que le ha sido conferido para llevar a cabo esta misión. (...) Los cristianos miran con confianza a María Reina, y esto aumenta su abandono filial en Aquella que es madre en el orden de la gracia".
"La Asunción favorece la plena comunión de María no sólo con Cristo, sino con cada uno de nosotros. Ella está junto a nosotros porque su estado glorioso le permite seguirnos en nuestro cotidiano itinerario terreno. (...). Ella conoce todo lo que sucede en nuestra existencia y nos sostiene con amor materno en las pruebas de la vida". Ella es nuestra Madre; Ella , es "LA REINA DEL UNIVERSO Y DE TODO LO CREADO".
"Paz y Bien"

“La santidad no es el privilegio de unos pocos”, advierte el Papa


Insiste en la importancia de los santos para la vida cristiana

CASTEL GANDOLFO, miércoles, 20 de agosto de 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI aclaró este miércoles que la santidad no es un privilegio de pocos y aseguró que a Dios le gustan los santos "normales"."La santidad se ofrece a todos; es, en realidad, el destino común de todos los hombres llamados a ser hijos de Dios", afirmó durante la audiencia general que concedió a unos 4.000 peregrinos congregados en la residencia pontificia de Castel Gandolfo.La experiencia personal de los santos "muestra que la santidad no es un lujo, no es un privilegio de unos pocos, una meta imposible para un hombre normal", explicó.Según el Papa, la santidad "se ofrece a todos; naturalmente no todos los santos son iguales: son de hecho, como he dicho, el espectro de la luz divina. Y no es necesariamente un gran santo el que posee carismas extraordinarios". De hecho, añadió, "hay muchísimos cuyos nombres sólo Dios conoce, porque en la tierra han llevado una existencia aparentemente normalísima. Y precisamente son estos santos 'normales' los santos que Dios habitualmente quiere".El obispo de Roma invita a los fieles a aprovechar el verano "para repasar la biografía y los escritos de cierto santo o santa en particular". "Día tras día la Iglesia nos ofrece la posibilidad de caminar en compañía de los santos. Escribía Hans Urs von Balthasar que los santos constituyen el comentario más importante del Evangelio, su actualización en el día a día, y por tanto representan para nosotros una vía real de acceso a Jesús", añadió. "¡Qué importante y provechoso es, por tanto, el empeño en cultivar el conocimiento y la devoción de los santos, junto a la cotidiana meditación de la Palabra de Dios y el amor filial hacia la Virgen!"


Los santos, modelos de vida


El Papa dedicó la alocución de su encuentro semanal con los peregrinos a hablar de algunos de los santos cuya memoria se celebra en estos días, entre ellos, a santa Rosa de Lima, a san Pio X y a san Bernardo de Claraval.De este último recordó que "sobresalía en 'hacer destilar de los textos bíblicos el sentido que se encontraba escondido en ellos'". San Bernardo, además, "ha sido definido también 'doctor mariano', no porque haya escrito muchísimo sobre la Madre de Dios, sino porque supo captar su rol esencial en la Iglesia, presentándola como el modelo perfecto de la vida monástica y de toda otra forma de vida cristiana".De san Pío X, cuya fiesta se celebra mañana, destacó la lucha y sufrimiento de este Papa por la libertad de la Iglesia, por la que "se reveló dispuesto a sacrificar privilegios y honores, a afrontar incomprensiones y burlas, en cuanto que valoraba esta libertad como garantía última para la integridad y la coherencia de la fe". Recordó también a san Juan Eudes, promotor de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y María, cuya memoria se celebró ayer, y a santa Rosa de Lima, la primera santa canonizada de América Latina. "Santa Rosa solía repetir: 'Si los hombres supieran qué es vivir en gracia, no se asustarían de ningún sufrimiento y sufrirían con gusto cualquier pena, porque la gracia es fruto de la paciencia'", explicó el Papa.Destacó también la festividad de María Virgen Reina, "memoria instituida por el Siervo de Dios Pío XII en 1955, y que la renovación litúrgica querida por el Concilio Vaticano II ha puesto como complemento de la festividad de la Asunción, ya que ambos privilegios forman un único misterio". Utilizando unas palabras del escritor francés Jean Guitton, el Papa afirmó que los santos son "como los colores del espectro en relación con la luz, porque con tonalidades y acentos propios cada uno de ellos refleja la luz de la santidad de Dios"."Su ejemplo testifica que, solo cuando se está en contacto con el Señor, se llena uno de su paz y de su alegría y se está en grado de difundir por todas partes serenidad, esperanza y optimismo", añadió. Finalmente, exhortó a los fieles a dejarse "atraer a la fascinación sobrenatural de la santidad". "¡Que nos obtenga esta gracia María, la Reina de todos los Sanos, Madre y Refugio de los pecadores!", concluyó.

jueves, 14 de agosto de 2008

En la Virgen María se refleja la bondad de Dios, recuerda el Papa


En su discurso de agradecimiento a la televisión bávara (Alemania) por un documental producido por esta sobre peregrinaciones marianas, el Papa Benedicto XVI destacó que a través de la fe, se puede ver a María misma, "la Madre de Dios en quien se refleja la bondad de Dios".Según informa Radio Vaticano, en su saludo a los responsables de la Bayerischer Rundfunk, el Santo Padre comentó cómo en el documental se ve a tantas personas: jóvenes y ancianos, hombres y mujeres; de todas las generaciones, que están "en camino hacia María". Y dijo que la confianza en la Madre del Señor conserva y conduce a todos por el camino de la fe."Queridos amigos este no ha sido simplemente un filme, sino que ha sido una peregrinación. La Radio Bávara nos ha hecho partícipes de una peregrinación mariana: Eran jóvenes, ancianos, personas sencillas y gente culta, todos en camino hacia la Virgen". "Y en su peregrinaje hemos escuchado también su fe, en la fe resplandece su devoción a la Virgen y resplandece la bondad de Dios. Por esto le damos las gracias y esperamos que este documental pueda inspirar a muchos en su peregrinación hacia la Virgen, para que los guíe por el camino de la fe. Gracias, en la víspera de la Asunción de María. ¡Este es un don especial! ¡Feliz festividad para todos! Gracias", concluyó el Papa.De otro lado, el Santo Padre envió también una Bendición Apostólica a los participantes del XVI Festival Mariano Internacional, que se realiza en Paray-le-Monial, Francia, desde hoy hasta el 18 de agosto.En su mensaje, firmado por el Secretario de Estado, Cardenal Tarcisio Bertone, el Pontífice alentó a los participantes a tener "el valor de seguir las huellas de la Virgen María". "La Virgen María a través de Su peregrinación de fe y caridad sobre la tierra, revela en Su persona el verdadero rostro de la Iglesia, esposa y sierva del Señor".Seguidamente, el Papa invita a mirar a la Madre de Dios, porque ella ha sido "la primera en recibir la corona de la gloria eterna y en ser elevada al cielo, en cuerpo y alma, por la potencia de Dios".El Papa recuerda también cómo el Misterio de la Fiesta de la Asunción, que se celebra en los días en los que se desarrolla el Festival, revela que "la vida de Aquella que no tuvo otro deseo que cumplir la voluntad del Señor, la ha conducido a la vida verdadera al lado del Hijo".

La Asunción de la Virgen María




La Asunción es un mensaje de esperanza que nos hace pensar en la dicha de alcanzar el Cielo, la gloria de Dios y en la alegría de tener una madre que ha alcanzado la meta a la que nosotros caminamos. Este día, recordamos que María es una obra maravillosa de Dios. Concebida sin pecado original, el cuerpo de María estuvo siempre libre de pecado. Era totalmente pura. Su alma nunca se corrompió. Su cuerpo nunca fue manchado por el pecado, fue siempre un templo santo e inmaculado. También, tenemos presente a Cristo por todas las gracias que derramó sobre su Madre María y cómo ella supo responder a éstas. Ella alcanzó la Gloria de Dios por la vivencia de las virtudes. Se coronó con estas virtudes.La maternidad divina de María fue el mayor milagro y la fuente de su grandeza, pero Dios no coronó a María por su sola la maternidad, sino por sus virtudes: su caridad, su humildad, su pureza, su paciencia, su mansedumbre, su perfecto homenaje de adoración, amor, alabanza y agradecimiento. María cumplió perfectamente con la voluntad de Dios en su vida y eso es lo que la llevó a llegar a la gloria de Dios. En la Tierra todos queremos llegar a Dios y en esto trabajamos todos los días. Esta es nuestra esperanza. María ya ha alcanzado esto. Lo que ella ha alcanzado nos anima a nosotros. Lo que ella posee nos sirve de esperanza. María tuvo una enorme confianza en Dios y su corazón lo tenía lleno de Dios. Ella es nuestra Madre del Cielo y está dispuesta a ayudarnos en todo lo que le pidamos.




Un poco de historia




El Papa Pío XII definió como dogma de fe la Asunción de María al Cielo en cuerpo y alma el 1 de noviembre de 1950.La fiesta de la Asunción es “la fiesta de María”, la más solemne de las fiestas que la Iglesia celebra en su honor. Este día festejamos todos los misterios de su vida.Es la celebración de su grandeza, de todos sus privilegios y virtudes, que también se celebran por separado en otras fechas.Este día tenemos presente a Cristo por todas las gracias que derramó sobre su Madre, María. ¡Qué bien supo Ella corresponder a éstas! Por eso, por su vivencia de las virtudes, Ella alcanzó la gloria de Dios: se coronó por estas virtudes.La maternidad divina de María fue el mayor milagro en su vida y la fuente de su grandeza. Pero Dios no la coronó por su maternidad, sino por sus virtudes: su caridad, su humildad, su pureza, su paciencia, su mansedumbre y su perfecto homenaje de adoración, amor, alabanza y agradecimiento a Dios.María es una obra maravillosa de Dios: mujer sencilla y humilde, concebida sin pecado original y, por tanto, creatura purísima. Su alma nunca se corrompió. Su cuerpo nunca fue manchado por el pecado, fue siempre un templo santo e inmaculado de Dios.En la Tierra todos queremos llegar a Dios y por este fin trabajamos todos los días, ya que ésa es nuestra esperanza. María ya lo ha alcanzado. Lo que ella ya posee nos anima a nosotros a alcanzarlo también. María tuvo una enorme confianza en Dios, su corazón lo tenía lleno de Dios. Vivió con una inmensa paz porque vivía en Dios, porque cumplió a la perfección con la voluntad de Dios durante toda su vida. Y esto es lo que la llevó a gozar en la gloria de Dios. Desde su Asunción al Cielo, Ella es nuestra Madre del Cielo.

PAZ Y BIEN.

jueves, 31 de julio de 2008

El Papa pide oraciones para que se difunda el respeto de la creación


CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 31 julio 2008 (ZENIT.org).-
Benedicto XVI pide oraciones para que se difunda el respeto de la creación como "gran don de Dios".Lo propone en las intenciones del Apostolado de la Oración, iniciativa que siguen unos 50 millones de personas de los cinco continentes, para el mes de agosto.La intención general del Apostolado de la Oración del Papa para el mes de agosto es: "Para que la familia humana sepa respetar el plan de Dios sobre el mundo y sea cada vez más consciente del gran don de Dios que representa la creación para nosotros".Todos los meses también se ora además por una intención misionera. La de julio dice así: "Para que se promueva y alimente la respuesta de todo el pueblo de Dios a la común vocación a la santidad y a la misión, con un atento discernimiento de los carismas y un constante empeño de formación espiritual y cultural".

sábado, 26 de julio de 2008

Notas Pastorales:El tesoro de la fe



“El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas, que al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra” (Mateo 13, 45). Así nos expresa el evangelio de este día el gran valor de la fe, que nos vincula con ese Reino, como poder y presencia de Dios, en todo cuanto existe. Para la Sagrada Escritura, es la fe la fuente de toda la vida religiosa. Siguiendo el ejemplo de Abraham, padre de todos los creyentes, los grandes personajes ejemplarizantes del Antiguo Testamento, vivieron y murieron en la fe: “Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más perfecto que Caín… Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su familia se salvase… Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir… por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros… -por la fe- experimentaron insultos y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles” (Hebreos 11, 4-36). A fin de cuentas, los discípulos de Cristo son los que creen en Él. La fe evoca seguridad profunda, confianza plena en Dios, sin ningún tipo de temor. Quien logre centrarse de verdad en Dios, quien desde la gracia pero también desde su libertad haga de la fe su gran riqueza, su gozo íntimo, su motivo de seguridad existencial; ese ha entendido lo que significa creer y ha captado y descubierto un tesoro, una piedra preciosa para su estabilidad y alegría personal. Quien logre sacar tiempo para hablar con Dios, para rezar, y lo haga con gusto, con convicción y logre hacer el templo, en el hogar, desde la enfermedad o la salud, ése tiene fe, y ha descubierto el gran tesoro de Dios. Quien asiste a misa con profunda fe y disfrute ese encuentro con Cristo participando, respondiendo, cantando, sabiendo cuándo debe arrodillarse, sentarse o levantarse, y en ese encuentro se fortifica para hacer el bien y luchar contra el mal, ése ha descubierto un gran tesoro, ha captado qué quiere decir la fe. Quien se confiesa sinceramente arrepentido, buscando las causas de sus pecados y encontrando soluciones bajo la guía del confesor, ése se siente en paz con Dios, con la absolución sacramental, ése ha encontrado una perla de gran valor. Aquél que se esfuerza en practicar la honradez, en desechar la mentira, en ser justo, en cumplir con su deber, como una exigencia de su fe, ése ha encontrado una gran riqueza. La fe nos mueve a ser buenos hijos, hermanos, amigos, padres y ciudadanos. Aquél que de verdad cree, logra vencer las depresiones, los temores y las angustias; ya que suceda lo que suceda está con Dios, y sabe decir con alegría: “Padre sea lo que sea, me pongo en tus manos”; y así no teme a la calumnia, a la amenaza, a la enfermedad, ni a la incomprensión o al dolor, porque entiende que con Dios todo lo puede. Por esto, Santa Teresa de Jesús pudo decir con una sabiduría y una entereza grandiosa: “Nada te turbe, nada te espante… todo pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta, sólo Dios basta”.
Monseñor Antonio José López Castillo
Arzobispo de Barquisimeto

Tenemos nueva Vicaria!


INVITACION





La comunidad Santo Domingo de Guzmán tiene el Honor
De invitarle a la solemne Eucaristía, en donde, por decreto Arzobispal será elevada a:




“Vicaria Santo Domingo de Guzman"






Lugar: Caserío La Montaña,
Avenida principal de la montaña-Palavecino
Día: 09 de Agosto de 2008
Hora: 7:00pm

miércoles, 23 de julio de 2008

La JMJ de Madrid sera un mensaje de esperanza, no de contraposición


El portavoz vaticano explica que se promoverá la participación de jóvenes africanos
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 23 julio 2008 (ZENIT.org).- La Jornada Mundial de Madrid, que Benedicto XVI ha convocado para el año 2011, será un mensaje de esperanza, no de contraposición, ha explicado este miércoles el portavoz vaticano.El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, ha comentado esta decisión del Papa que significa el regreso de estas Jornadas al viejo continente."Europa ha acogido en varias ocasiones las Jornadas Mundiales de la Juventud, pero es un continente en el que se mantiene siempre viva la confrontación entre la fe y los problemas de la sociedad moderna, de la secularización", explica el portavoz."El Papa habla con frecuencia de los riesgos de que Europa pierda sus valores fundamentales, ligados a la tradición cristiana y a la contribución que ha ofrecido la fe al desarrollo de este continente", añade."Este será ciertamente uno de los temas y de los objetivos de la próxima Jornada de la Juventud, pero sin polémica y sin voluntad de contraposición con el mundo que nos rodea", ha explicado el padre Lombardi a los micrófonos de Radio Vaticano."Recuerdo el hermoso Encuentro Mundial de las Familias, que se celebró en España, en Valencia, en 2006, en el que el mensaje del Papa había sido totalmente positivo, centrado en la belleza de ser cristianos, un mensaje positivo también para la familia de hoy", añadió. "En un momento en el que la familia vive grandes dificultades, el ser cristianos es un mensaje positivo" aclaró. "Creo que éste debe ser también el espíritu de la próxima Jornada de la Juventud, en España: un mensaje de esperanza, un mensaje que muestra cómo la fe ofrece una contribución bella y grande para el futuro de nuestras sociedades y del mundo, como ha sucedido realmente en Australia", considera.
El padre Lombardi ha constatado la desilusión de algunas personas por el hecho de que "por desgracia todavía no es posible organizar una Jornada Mundial de la Juventud en África, a causa de los problemas de carácter organizativo, de seguridad, etc.". "Volvemos por tanto a Europa --concluye--, aunque existe la intención de involucrar al continente africano de todas las formas posibles".

Una página web para reservar las audiencias con el Papa



CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 23 julio 2008 (ZENIT.org).- Gracias a Internet, los peregrinos de todo el mundo cuentan ahora con los elementos para reservar su participación participar en las audiencias o ceremonias de Benedicto XVI en el Vaticano.Gracias a este servicio, los peregrinos pueden reservar con meses o semanas de antelación su participación en los actos públicos del Papa como las audiencias de los miércoles, o las misas que preside en la plaza de San Pedro o en la Basílica de San Pedro. Para el Ángelus de los domingos y fiestas no es necesario reservar.Se trata de un nuevo servicio ofrecido por la Prefectura de la Casa Pontificia, cuyo prefecto es el arzobispo estadounidense James Harvey. En la página web se puede descargar el documento que permite pedir los billetes de ingreso a los encuentros con el Papa, que son siempre gratuitos. El documento luego debe ser enviado por fax al número indicado. Los billetes reservados por Internet "se retiran en la Oficina situada en el interior del Portón de Bronce (columnata de la derecha de la Plaza de San Pedro)", aclara la Prefectura. El servicio puede ser consultado en la sección "Prefectura de la Casa Pontificia" (abajo a la derecha), en la página principal tras la selección del propio idioma (http://www.vatican.va/).

martes, 22 de julio de 2008

NOVENA A SANTO DOMINGO DE GUZMAN


Oración para todos los días :

Dios todopoderoso que hiciste de nuestro Padre Domingo un testimonio vivo de la verdad y del amor, te rogamos nos concedas la gracia y la fuerza de seguir sus caminos, dejándonos guiar por tu sabiduría que viene de lo alto. Haz que por su mediación, sintamos en nosotros la urgencia de anunciar al mundo el Evangelio.Haznos, Señor, vivir siempre en la esperanza y en la confianza de tu santa voluntad. Por Cristo nuestro Señor.Amén.


1° Día: Domingo Hablaba con Dios y de DiosHa sido siempre el objetivo de las almas grandes.

Desde la experiencia cristiana que habla del Dios encarnado, a ese Dios se le busca en el propio interior, somos carne de Dios y en el otro, también encarnación de Dios. Surge así la relación clásica entre el cultivo de la vida interior y el darse a los demás: contemplación y acción; ¿complementarias?, ¿opuestas?.Santo Domingo fue un fraile de su tiempo. Por lo tanto esencialmente contemplativo. Los momentos de oración eran los momentos más propios de su vida de canónigo regular. Pero las circunstancias - a través de las cuales es necesario descubrir el plan de Dios, y él lo descubrió, - le pusieron en contacto con una humanidad doliente y extraviada en el sur de Francia. Esto dio forma nueva a su oración.La espiritualidad de Domingo es una espiritualidad de encarnación. Desde los hombres y para los hombres. Sus primeros biógrafos insisten en cómo continuamente hablaba de Dios. Pero también de cómo hablaba largamente con Dios. En este dialogo con Dios. La oración siempre es diálogo, y por lo tanto más escucha que charla, quería saber que sería de los pecadores.A partir de ese momento su contemplación se centró en descubrir a Dios, su proyecto de amor a los hombres en esos hombres y mujeres con los que se encontró. Santo Domingo sabía de Dios en momentos de oración individual o comunitaria, en el estudio de su palabra. La contemplación le hizo a Domingo descubrir la necesidad de la predicación. Esta predicación, este contacto con esa humanidad, le hicieron humanizar su insistente oración.Mirar a Domingo es necesario para entender y saber llevar a la práctica la siempre dialéctica relación entre oración y acción, silencio y predicación. Para que la espiritualidad no sea espiritualismo alienante, sino espiritualidad de ser humano que vive entre seres humanos, siente, goza y sufre con ellos, y está a su servicio para entregarles una Palabra escuchada, orada, estudiada, es decir, contemplada.En la contemplación es donde más se une la inteligencia y la voluntad; gracia y naturaleza; y allí en la contemplación nace la predicación.Con este espíritu Domingo fundó el Monasterio de Prulla, y desde entonces nuestras monjas dominicas están dedicadas al servicio divino, en oración continua y austeridad de vida que implica obras de penitencia, así como renuncias, con plena madurez de libertad. Su oración es contemplativa, pero en razón del carisma de toda la Orden, del que ellas participan, su oración es también apostólica. Las monjas predicadoras, sin abandonar el claustro, ni hacerse oír fuera de él, según requiere su vocación, cooperan de manera propia al ministerio de los frailes, invocando la iluminación del Espíritu Santo para que los predicadores, llevados por el amor de Dios, que es el alma del apostolado, sean voz de la palabra divina, en espíritu y en verdad, con integridad y pureza. Y a la vez instan al Espíritu Santo a que disponga, en actitud ampliamente receptiva, superadora de toda sabiduría humana, a los que escuchan el acto profético de la predicación, para que la palabra germine y obre eficazmente en ellos.Oración Final:Santo Domingo, inspíranos a vivir un Evangelio integral, como respuesta a un mundo que busca y nos reta; y así, Padre, tu ejemplo nos estimule, y la Verdad nos ilumine en el estudio y la oración; y ambos nos urjan a transmitir a los demás lo que contemplamos y vivimos. Por Cristo nuestro Señor.Amén.


2° Día: Domingo Hombre de la Palabra:

PredicadorA la oración Domingo, lleva los problemas de su predicación, las circunstancias en las que se hayan las personas a las que se dirige, las dificultades que encuentra en su misión: dificultades durante el día, oración más intensa durante la noche. Oración en la que, junto a la experiencia de Dios, une la experiencia de la humanidad pecadora, extraviada, con la que se encuentra, que le lleva a las lágrimas.Ora de noche y de día. En realidad su predicación es oración y su oración predicación. Es una vida con dos vertientes, pero que se juntan en la cima. En ese lugar de conjunción es donde se sitúa la espiritualidad de Domingo.En el santo es una oración cargada de afecto: oración "afectiva" como la llaman los teóricos de la mística. Afectiva porque en ella se junta el amor a Dios, el sentirse amado por él, con el amor a los hombres, por los que llora. Y su petición más continua que le diera Dios "verdadero amor para cuidar y trabajar eficazmente en la salvación de los hombres…" como nos dice el Beato Jordán. Es el mismo afecto que le impulsa en su misión de predicador.Santo Domingo ha pasado a la historia precisamente por ser predicador y por fundar la Orden de los Frailes Predicadores. La predicación es el signo más distintivo de su relevancia histórica. Pero no fue el fundador de la predicación, que va unida al mismo ser de la Iglesia, sino un modo de predicar.Es el corazón de Domingo quien le lleva a sus compromisos con las personas. Ese afecto le hace ser paciente con ellas. El diálogo largo y continuado es el modo de manifestar su interés por las personas. No es el catedrático que expone y defiende una tesis, para que triunfe la verdad, sin más, Domingo es predicador, va directamente al interior de la persona, les predica porque sufre con ellas, sus preocupaciones son las suyas, hace suyo su dolor, su error, su pecado y quiere caminar junto con ellas para superar todo lo que haya de negativo.Oración Final:Concédenos, Santo Domingo, vocaciones nuevas, que continúen tu obra de la "Sagrada Predicación", hablando con Dios o de Dios, para que, así, padre, se cumpla lo que tú mismo prometiste, en honor a la Verdad. Por Cristo nuestro Señor.Amén.


3° Día: "Caritas Veritatis"

A la espiritualidad de su Orden pertenece la expresión, que completa el lema general "veritas", de "caritas veritatis". La verdad querida, buscada, apasionadamente buscada incluso, con estudio, es decir con fervor. Sin embargo la expresión "caritas" va más allá de lo que podíamos llamar apasionamiento por la verdad. Hace alusión directa a las personas. Es la verdad de las personas y para las personas, la que se busca y ofrece: sólo la persona puede ser objeto de la caridad.Por ello a su predicación pertenece la escucha del otro, el captar sus preocupaciones y también sus argumentos. Cuenta con el encuentro con las personas. Y con el diálogo con ellas. Y es que el predicador ha de estar pendiente de las dos direcciones de la verdad: la verdad escuchada, y la verdad expuesta. Amar la verdad es amar su escucha y su transmisión.Al predicador le toca comunicar la verdad. Pero antes ha de tener capacidad de recibirla. En la recepción de la verdad los oídos han de estar abiertos, ser perspicaces para encontrarla. Domingo la encuentra en la Sagrada Escritura. El evangelio de San Mateo y las cartas de San Pablo las sabe de memoria.Pero también en la gente con los que se encuentra, incluso en los herejes. Una vez más la verdad está en las personas. La caridad hacia la verdad empieza por la cercanía cordial a las personas, para descubrir en ese trato cordial, primero el valor absoluto del ser humano y segundo, que, serán herejes, pero la herejía está secuestrando verdades que existen en esa personas, verdades que hay que liberar.La caridad es el núcleo del seguimiento radical de Cristo, y el núcleo del perfil evangélico de Domingo. El testamento de Domingo es muy sencillo: caridad, humildad, pobreza. Legó todo lo que poseía, diciendo; estas cosas son, hermanos carísimos, las que os dejo, como a hijos, para que las poseáis por derecho hereditario: "tened caridad, guardad la humildad y abrazad la pobreza voluntaria".Domingo dejo como herencia a sus hijos lo que él mismo había considerado el mejor tesoro de su vida al servicio del Evangelio.Oración Final:Confiamos en tu ayuda, Santo Padre Domingo, y en la de los intercesores de la Orden que la Providencia ha querido para un servicio de "caridad en la verdad" en beneficio de toda la humanidad. Por Cristo nuestro Señor.Amén.


4° Día: La Verdad Transmitida.

La CompasiónSe usa con frecuencia la palabra compasión para manifestar el sentimiento que le producían las gentes a las que se dirigía en su predicación. Puede resultarnos un tanto paternalista en el significado que tiene en nuestra lengua. Pero si buscamos su etimología, vemos que es la misma, que la palabra "simpatía". Las dos quieren decir "compartir sentimientos". Es decir lo que se necesita para predicar es sintonizar afectivamente con la gente, sentir sus alegrías y sus tristezas. En expresión sencilla y evangélica querer a aquellos a los que se predica: no buscar ni la gloria propia, ni el triunfo de una idea, sino su salvación, su liberación. Esa es la compasión de Domingo. Sin esa compasión no hay predicación evangélica. El problema que encierra ese estilo evangélico de predicación, puede ser su lentitud. Se somete al ritmo de la reflexión y decisión libre del ser humano.Se enfrenta con las prisas de la necesidad del éxito experimentado y celebrado. Algo que fue de siempre y que hoy se hace más apremiante en esta sociedad que tiene necesidad de satisfacciones inmediatas.Domingo se muestra como persona de una gran riqueza afectiva. El Beato Jordán decía de él:"Consideraba un deber suyo alegrarse con los que se alegran y llorar con los que lloran y, llevado de su piedad, se dedicaba al cuidado de los pobres y desgraciados""Todos los hombres cabían en la inmensa caridad de su corazón y, amándolos a todos, de todos era amado.La compasión de nuestro Padre, es una de las notas más claras de la espiritualidad dominicana y anima toda la vida de sus hijos, porque no solamente me reconstruye a mí, sino también construye la fraternidad, no me aísla, no me encapsula, sino que soy más santo, cuanto más puedo llorar y dolerme con mi hermano.Oración Final:Te confiamos a todos los que se han alejado de la Iglesia que puedan recuperar la luz de la fe, el consuelo de la esperanza y la alegría del amor que se nos da. Por Cristo nuestro Señor.Amén.


5° Día: La Alegría de DomingoEsta alegría es subrayada tanto por el beato Jordán como por Sor Cecilia:

Alegría de su mismo semblante, expresión, como dice el beato Jordán, de su mundo interior; y que subraya también sor Cecilia. Y como el corazón alegre, alegra el semblante, la benignidad del suyo trasparentaban la placidez y el equilibrio del hombre interior. Y ciertamente no le faltaron motivos en la vida a santo Domingo para turbar esa alegría. No se puede decir que su predicación hubiera sido plena de éxitos, ni que sus frailes y monjas no le dieran motivos de preocupación, que su Orden no fuera rechazada en diversos lugares. Incluso su sensibilidad le hacía reconocerse pecador y sufrir interiormente por su propio pecado. Por eso, el ver que mantenía esa alegría tan manifiesta, y, por ello, tan resaltada en quienes le conocieron, constituye una peculiaridad relevante de su carácter.La alegría y la afabilidad en su trato, la proximidad de Domingo con la gente, su capacidad de amistad con cuantas personas se acercan a él... son el mejor testimonio de una personalidad madura y de la integración de los valores del amor humano en un proyecto de vida evangélico y apostólico. Domingo puede dar cauce a estas virtudes humanas precisamente porque ha conseguido liberar al amor humano de todas sus desviaciones. Por eso puede vivir la amistad humana con pleno equilibrio y serenidad. Y este es el objetivo más inmediato de la opción por la virginidad y el celibato.Sólo las penas del prójimo quebraban ese carácter risueño. El hacer suyo el dolor del otro, es algo que sobresale en las descripciones de sus contemporáneos. Deberíamos detenernos en esa, llamemos, sensibilidad, de Domingo hacia el otro: sensibilidad que le llevaba a padecer con él y a alegrarse con él, a disfrutar de la presencia de los suyos frailes, monjas y laicos.Domingo lloró mucho, dicen sus biógrafos. Siempre en el silencio y en la soledad de la oración, oración espiada por sus frailes. Las lágrimas, para muchos tratadistas de la mística son un don de Dios, que se encuentra en personas de alta sensibilidad espiritual. Cuando Domingo llora manifiesta efectivamente su sensibilidad exquisita a los motivos de sus lágrimas, los pecados de los demás y sus propios pecados. Y, en efecto, tener esa delicadeza interior de quien se duele de la falta de fidelidad propia y la de los demás al plan amoroso de Dios hacia los hombres, retrata un modo de ser. Nada humano le es ajeno y menos aquello que degrada la condición humana, el pecado.Oración Final:Haznos, padre, como tú: confiados en la Providencia, dóciles al Espíritu, constantes en contemplar, convincentes en predicar, prudentes al enseñar, generosos en servir, valientes en emprender; en la alegría agradecidos, en el dolor esperanzados, en el cansancio perseverantes, en el convivir sinceros. Por Cristo nuestro Señor.Amén.


6° Día: Hombre de IglesiaDomingo quería una predicación con sentido de Iglesia (in medio Ecclesiae) y una predicación desde la comunidad.

Domingo tenía un profundo afecto a la Iglesia, a pesar de todo lo que veía en ella. Lo había adquirido como acólito con su tío en Gumiel, como canónigo en Osma, en sus viajes a Roma y en sus contactos con fieles, sacerdotes, obispos, cardenales y papas... Sabía que el mandato misionero o la misión apostólica nos llega a través de la Iglesia. No quiso predicar sin la misión eclesial y, menos, contra la Iglesia. Y le decía a sus frailes: "Cuando vayan a predicar, visiten primero al obispo...Y quiso predicar desde una comunidad o en equipo: por eso, nació la familia dominicana. Para que ni la muerte de Domingo ni la muerte de las sucesivas generaciones terminara con ese ministerio tan esencial en la Iglesia.La leyenda habla del encuentro entre santo Domingo y san Francisco. Es verosímil, aunque no haya comprobación histórica. Lo importante es que quienes le conocieron y se impregnaron de su estilo de vida vieron algo lógico el abrazo entre los dos patriarcas. Veían en ellos hombres de abrazo. Son muchos los testigos de canonización y otros biógrafos que en santo Domingo destacan el cariño que tenía a los religiosos de otras órdenes.Hay que subrayar no sólo su fidelidad a la Iglesia, fidelidad que se realiza en el intento de reformar y dar nuevo impulso a la predicación, sino también esas relaciones cordiales con otros miembros significados de la Iglesia. Santo Domingo fundó una Orden, no una secta. No necesitaba cerrarse en sí misma, dedicar tiempo a defenderse o a valorarse frente a otras instancias, sino abrazarse a ellas, colaborar con ellas, mantener cordiales relaciones entre los miembros de distintas órdenes o grupos de Iglesia. La historia nos dice que es necesario destacar este hecho porque más de una vez han surgido entre los institutos, movimientos, organizaciones eclesiásticas disputas poco evangélicas, sobre todo, propósitos poco eclesiales en la pastoral, en el intento de cultivar cada uno su huerto. ¡Qué lejos todo eso del estilo de santo Domingo!Oración Final:Santo Domingo, padre y fundador nuestro, hombre del Evangelio, de oración y apostolado. Mira a tu familia que es llamada a seguirte consagrada a Cristo, y a su Iglesia en pobreza y fraternidad. Por Cristo nuestro Señor.Amén.


7° Día: Activo en la Contemplación; Contemplativo en la AcciónAnuncia salvación en Cristo Jesús.

Es una predicación llena de optimismo teológico. Este es un rasgo esencial de la espiritualidad y de la tradición dominicana. Los temas preferidos de Domingo son: la persona de Jesucristo, la cruz que redime, la salvación, la gracia, el amor y la misericordia de Dios.No es una predicación negativa, de anatemas, de amenazas, de preceptos morales... Esa predicación inhibe y paraliza, pero no convierte, no es capaz de engendrar la fe.Le interesa fomentar la experiencia de fe y confianza en la bondad de Dios. Es una predicación llena de esperanza, de buena noticia. La predicación del evangelio es liberadora. "Para ser libres os ha liberado Cristo". Aviva la esperanza de pobres, pecadores, cautivos, herejes... Es una predicación profética, que ayuda a discernir en cada momento y en cada situación la voluntad de Dios y los caminos de Dios.Este es un rasgo fundamental de la misión dominicana. La familia dominicana ha tomado hoy especial conciencia de que su misión debe ser una misión de fronteras.Domingo predica sobre todo a aquellos que se encuentran en los márgenes de la sociedad (pobres y esclavos) y de la Iglesia (pecadores, herejes, paganos). "No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores".No anunciamos meras doctrinas o teorías, que es preciso aprender: anunciamos vida..., y por tanto hay que comenzar por mostrar en qué consiste la verdadera vida. El que anuncia el evangelio debe vivir, pues, conforme al Evangelio.Domingo aprendió esto con la experiencia. Quiere imitar la vida apostólica, es decir, el estilo de vida de los Apóstoles: caminando a pie, sin oro ni plata, acompañado por otros que compartan su misión, itinerando de ciudad en ciudad, siguiendo a Cristo pobre... Así Domingo anuncia lo que él mismo está viviendo. Es la única forma de que le crean.Oración Final:Santo Padre Domingo, llamado desde siempre "Luz de la Iglesia" y "Maestro de la Verdad", con gran confianza nos dirigimos a ti. Intercede por los hombres, que encuentren en Cristo el modelo ideal del hombre nuevo y en su Evangelio la luz que orienta en el camino de la vida. Por Cristo nuestro Señor.Amén.


8vo.Dia El Lema de su Orden: Alabar - Bendecir - PredicarLaudare -

AlabarLa alabanza es un deber de toda criatura frente a su creador, por el cual la criatura reconoce la belleza de su creador y la pequeñez de ella misma.Domingo quiso que este oficio fuera también para su Orden, porque hasta esa época, era exclusivo de la Ordenes monásticas y canónicas, que hacían del oficio el corazón de su trabajo. Para Santo Domingo la alabanza es la que le da vitalidad a la predicación del dominico.La alabanza va llenando la vida del dominico, impidiendo que ese día sea absorbido por lo mundano que pasa; evita que la fugacidad de las cosas pierda el día y este se escape. "Desde el Ángelus, hasta el Salve, el dominico debe alabar al Señor". Entonces, esto de "hablar con Dios y de Dios", se hace realidad, porque para santo Domingo la alabanza le pone al apóstol la meta hacia donde debe dirigirse el alma.La alabanza va impregnando el pensamiento y el alma de los misterios de Cristo. Celebro la vida del que amo, y del que después puedo hablar por abundancia del amor.Estamos llamados a tocar la realidad. En la alabanza se produce el milagro de hablar de lo que hemos visto y oído.Benedicere - BendecirEs una Orden sacerdotal canonical, por eso tomó la regla de San Agustín, que era propia de las reglas sacerdotales, y pidió a sus hermanos ser fieles a sus compromisos canónicos, que no dejen esta condición sacerdotal.Santo Domingo, no sólo quiere predicar, sino salvar a los hombres, asumir el oficio redentor del Verbo. De la humanidad de Cristo, Domingo y sus hijos, quieren ser servidores, ministros, porque Jesús ha querido participar su sacerdocio, para ser mediador entre Dios y los hombres, con el inmenso poder de comunicar la pascua del Señor, los frutos de la redención, por eso se dice que es una orden canónica.Santo Domingo ha querido hacerse ministro y predicador de la gracia, que es irrenunciable para el dominico. ¿Cómo no va ha dejar este legado sacerdotal, aquel que no podía terminar la Misa sin ponerse a llorar?. Quiere asemejarse tanto al único sacerdote, que es capaz de desgarrarse en un grito de angustia: "¿Padre, qué será de los pecadores?"Es el ser de todo dominico "Amar a todos y en todos ser amados". Esto es lo que Santo Domingo le pedía a Dios: caridad, para entregarse el mismo por la salvación de los hombres.Praedicare - PredicarAsí como la alabanza está en primer lugar, la predicación está en último lugar; porque así lo ha entendido nuestro padre, como una conquista, una consecuencia, y como el fin último hacia el cual Santo Domingo ha querido orientar a sus hijos. El modo en que Santo Domingo ha querido imprimir un rasgo en su Orden, es el oficio del Verbo, ser palabra viva y eficaz de revelación y salvación. Por eso es que la Orden tiene esta constante figura, como modelo, "la predicación de Jesucristo".Esta función por primera vez la iglesia, la confía a la Orden de Santo Domingo. En las primeras constituciones de la Orden, Santo Domingo establece que la orden desde sus orígenes fue instituida para la predicación y salvación de las almas. La Orden de predicadores es la única institución eclesial que tiene como función y como vida la predicación. En la Bula de Diciembre de 1.221, Honorio III aprueba la Orden, y reconoce que Dios mismo ha inspirado este carisma: "ustedes son predicadores". Es la firma de la propia Iglesia.Oración Final:Bienaventurado Padre Domingo, te aclamamos tus hijos, por ser tú nuestra esperanza y te damos gracias por hacernos herederos de tu vida y misión. Varón evangélico, amigo de cristo y de los hombres, Domingo, intercede por nosotros. Por Cristo nuestro Señor.Amén.


9° Día: La Devoción a María, Reina del Santísimo RosarioLa devoción a María es parte integrante del ideal de Domingo.

La devoción particular de los dominicos, a María Reina de Rosario, tiene su lógica explicación en el hecho de que el Rosario consiste en la contemplación de los misterios de la salvación, en los cuales María ha participado directamente y más intensamente que cualquiera otra criatura.El Rosario, además, es para el dominico escuela de contemplación y fuente fecunda de celo apostólico. Los "misterios", son objeto de contemplación y de predicación.A María, Reina de la Misericordia, como a su especial patrona, Domingo había confiado toda la Orden. Los primeros frailes predicadores, son conscientes de que gozan de una especial protección de María y la consideran "singular auxiliadora", "abogada de la Orden"; porque ella "promueve la Orden y la defiende". Cuando María se aparece a los frailes, llama a la Orden Dominicana "mi Orden", y a los frailes "mis frailes". Ella asiste a sus frailes durante la vida y en el momento de su muerte.A cambio de esta protección especial, la Orden mantiene una devoción particular a María, desde sus comienzos. La vida dominicana es considerada por los primeros frailes como un servicio a María y a su hijo.En la mañana, se canta las alabanzas de María recitando su oficio; en la noche, antes de ir a descansar, se invoca nuevamente a María con el canto de la Salve. También se introdujo la costumbre de invocar a María con el canto de la Salve en el momento del tránsito de los religiosos, a la vida eterna.A María, "Patrona singular de la orden, y Madre de Misericordia", se confía de esa manera el alma de sus hijos.Oración Final:Santa María que elegiste a tu siervo Domingo de Guzmán para que, empuñando el santo Rosario, extendiera tu nombre a lo largo y a lo ancho del mundo. Haz que tu nombre y el nombre de tu Hijo sean siempre nuestro programa y nuestra consigna, y lleguemos así limpios y salvos al eterno hogar donde el Padre de todos nos espera. Por Cristo nuestro Señor.Amén.

Benedicto XVI se despide de los jóvenes recordando una propuesta de matrimonio

La que hizo Dios a María en la Anunciación
SYDNEY, domingo, 20 julio 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI presentó en el momento de su adiós a los jóvenes la Anunciación del ángel a María como una propuesta de matrimonio de Dios a la Virgen, en la que la joven israelita respondió "sí" en nombre del género humano.
Dejó esta reflexión a las 400 mil personas reunidas en el hipódromo de Randwick, en Sydney, en la conclusión de la misa conclusiva de la Jonada Mundial de la Juentud (JMJ).
El Papa presentó a María en ese momento que cambiaría su vida y la historia de la humanidad como "mujer joven que conversa con el ángel, que la invita, en nombre de Dios, a una particular entrega de sí misma, de su vida, de su futuro como mujer y madre".
"Podemos imaginar cómo debió sentirse María en aquel momento: totalmente estremecida, completamente abrumada por la perspectiva que se le ponía delante", explicó.
El Papa, que ha dedicado esta JMJ al Espíritu Santo recordó las palabras con las que el ángel intentó calmarla: "No temas, María... El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra".
"El Espíritu fue quien le dio la fuerza y el valor para responder a la llamada del Señor. El Espíritu fue quien la ayudó a comprender el gran misterio que iba a cumplirse por medio de Ella. El Espíritu fue el que la rodeó con su amor y la hizo capaz de concebir en su seno al Hijo de Dios", evocó.
Como un noviazgo
Para el obispo de Roma, "esta escena es quizás el momento culminante de la historia de la relación de Dios con su pueblo".
"En el Antiguo Testamento, Dios se reveló de modo parcial y gradual, como hacemos todos en nuestras relaciones personales. Se necesitó tiempo para que el pueblo elegido profundizase en su relación con Dios. La Alianza con Israel fue como un tiempo de hacer la corte, un largo noviazgo", dijo.
Luego, siguió diciendo, "llegó el momento definitivo, el momento del matrimonio, la realización de una nueva y eterna alianza. En ese momento María, ante el Señor, representaba a toda la humanidad".
En el mensaje del ángel, indicó, "era Dios el que brindaba una propuesta de matrimonio con la humanidad. Y en nombre nuestro, María dijo sí".
El Papa invitó a quienes le escuchaban a "permanecer fieles al 'sí' con que acogimos el ofrecimiento de amistad por parte del Señor".
"Sabemos que Él nunca nos abandonará --afirmó--. Sabemos que Él nos sostendrá siempre con los dones del Espíritu. María acogió la propuesta del Señor en nombre nuestro".
Despidiéndose de los jóvenes el Papa les dirigirse a María para pedirle que les "guíe en las dificultades para permanecer fieles a esa relación vital que Dios estableció con cada uno de nosotros".
"María es nuestro ejemplo y nuestra inspiración; Ella intercede por nosotros ante su Hijo, y con amor materno nos protege de los peligros", concluyó.

lunes, 21 de julio de 2008

MILAGRO EUCARISTICO EN BETANIA


El 8 de diciembre de 1991, día de la Inmaculada Concepción, mientras el capellán de Betania, el padre Otty Ossa, estaba celebrando la Santa Misa en la capilla del santuario, en el momento de la consagración la Sagrada Hostia comenzó a sangrar. El padre Otty explica lo ocurrido:
"Partí la Hostia en cuatro partes. Cuando miré el platillo, no podía creer lo que veían mis ojos: Vi una mancha roja formándose en la hostia y de ella comenzaba a emanar una sustancia roja, de modo similar a la manera que la sangre sale de una perforación. Después de la Misa, tomé la hostia y la protegí en el santuario. Al día siguiente, a las seis de la mañana, observé la hostia y encontré que la sangre era fluida y luego empezó a secarse. Sin embargo, hasta hoy, todavía luce fresca. Asombrosamente, la sangre está solamente por un lado, sin pasar al otro lado a través de la excesivamente delgada hostia".
La Hostia se conserva en la localidad de Los Teques, en el convento de las Religiosas Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús, donde es expuesta para la adoración de los fieles y es visitada por numerosas personas, incluso peregrinos que vienen del exterior. Muchos sucesos han ocurrido con relación a la hostia sangrante. Uno de ellos fue el caso de un norteamericano que hizo una filmación de la hostia y en ella se ve cómo la misma se convierte en una hoguera que despide llamas de fuego de un color muy intenso y también se ven correr como pequeños ríos de sangre.
El mensaje que María nos da es el de la reafirmación de la Presencia Viva de Jesús en la Eucaristía. En estos tiempos donde muchos corazones se han enfriado y no sienten al Señor en las Hostias Consagradas, el Cielo se manifiesta a través de la Sangre de Cristo presente en el Altar de Finca Betania.